jueves, 27 de noviembre de 2014

HISTORIA SOCIAL A TRAVÉS DEL RUGBY



En esta entrada voy a hablar del Rugby. Considero que la historia de este deporte, en particular, ilustra bastante bien algunas cuestiones relativas al desarrollo de la sociedad contemporánea, como son la clase social o el ocio.

Pero antes, ¿de dónde viene el rugby?, ¿y el fútbol contemporáneo? Puede que nuestros alumnos y alumnas no sepan que tienen un origen relativamente reciente. El fútbol antes y durante el siglo XIX era un mismo deporte que se jugaba de muchas formas distintas, dependiendo del lugar. Con las manos, con los pies, con más o menos contacto físico, etc. De hecho, el llevar o lanzar una pelota hasta un punto de meta es algo común a muchas prácticas deportivas del pasado: desde el episkyros griego o el juego de pelota precolombino, hasta el fútbol de multitudes europeo, cuyo caso más famoso es el calcio fiorentino, de Florencia. 


 

Nacimiento del rugby:


Viajamos a la Inglaterra del siglo XIX. La revolución industrial está en su apogeo. Las ciudades se llenan de trabajadores. A través de la lucha obrera se irá consiguiendo más tiempo libre y esta será la base de la cultura del ocio contemporánea.
Antes que eso ocurra el deporte se practicaba en el colegio. En las escuelas, los alumnos de clase alta (quienes podían permitirse una educación) jugaban a ese fútbol heterogéneo de tradición medieval, en el que cada colegio tenía sus normas. Es aquí precisamente, donde se inventarán el fútbol y rugby modernos. Al aumentar la práctica deportiva, los colegios tuvieron que adaptar sus normas para poder competir unos con otros. Entonces el fútbol antiguo se dividió en dos corrientes. Por un lado, los que valoraban la velocidad, la habilidad y el dinamismo constituyeron el fútbol de asociación (el que todos  conocemos). Por otro lado, los que daban más importancia al trabajo en equipo y al contacto físico, definieron el rugby.

Rugby Union contra Rugby League:


Pero no se quedarán ahí las divisiones. Durante gran parte de los siglos XIX y XX el rugby se consideraba como un entretenimiento para practicar durante el tiempo libre. Esto está muy bien si eres estudiante o trabajador liberal, pero si lo que a ti te tocaba era picar en la mina o trabajar en la fábrica, no apetecía ponerse luego a correr. Por eso algunos obreros comenzaron a cobrar un salario por jugar y se hicieron profesionales. A los primeros esto no les gustó y en 1895 se produjo la ruptura. Desde entonces los aficionados practicarían Rugby Union y los profesionales Rugby League. Puesto que este último estaba concebido para la clase trabajadora, que asistía a ver los partidos, sus reglas se alteraron ligeramente en aras de conseguir un mayor dinamismo y fluidez en el juego. La idea era hacerlo más fácil de entender y más entretenido. Había que llenar los campos de juego de espectadores. Se eliminaron muchas de los tecnicismos y transiciones propias del Rugby Union, para que el juego fuera más rápido. El Rugby League se hizo muy popular en las regiones industriales del norte de Inglaterra, en Australia (con mucha inmigración inglesa), Nueva Zelanda y parte de Francia.

Sin embargo el Rugby Union siguió manteniendo su popularidad y prestigio. Se practicaba en las universidades inglesas y los alumnos internacionales lo fueron difundiendo por el mundo. Esta popularidad llevó a que su condición de profesional fuera ficticia. Muchos jugadores cobraban un sueldo bajo cuerda. De modo que se profesionalizó a finales del siglo XX. En la actualidad el Rugby Union es la modalidad más difundida.

Deporte de clase vs deporte nacional, Sudáfrica y Nueva Zelanda:


Tenemos un ejemplo claro del rugby visto como un deporte de clase en el caso de la Sudáfrica del apartheid. Se asociaba a la clase alta dominante, de raza blanca. De hecho, el equipo de Sudáfrica fue excluido de los dos primeros mundiales (1987 y 1991) por el boicot anti-apartheid. Liberado Mandela y, como presidente, decidió apostar por la reconciliación. Utilizó el equipo de rugby nacional, los Springboks como un elemento de unión con el que se pudieran identificar blancos y negros. Con el apoyo del presidente, Sudáfrica ganó la final del mundial de 1995 al mejor equipo del mundo: los All Blacks de Nueva Zelanda. Una historia que ha sido muy bien contada en la película Invictus, de Clint Eastwood.

En Nueva Zelanda en cambio, el rugby se convirtió tempranamente en el deporte nacional, con el que se identificaban incluso los habitantes de ascendencia indígena. Los All Blacks suelen incluir entre sus filas a jugadores de origen Maorí, además de aquellos procedentes de las islas vecinas, como los samoanos. Esta diversidad está representada por la Haka, desafío ceremonial maorí, que los All Blacks realizan antes de cada encuentro.

Cuestión de principios:


Con la profesionalización, el Rugby Union se ha convertido en un deporte de masas. Esto ha ido aparejado a la progresiva pérdida de una de sus características más positivas. Me refiero a la tradicional observancia de los principios de camaradería, juego limpio y respeto al rival. Se impone poco a poco el valor de la victoria sobre cualquier otro. Puede que sean los primeros pincipios de élites. Bueno, es algo discutible. Se plantea pues, la cuestión del deporte como educador en valores y cuáles son los valores que debe transmitir. Un asunto que bien merece otra entrada.

Gerardo Monsalve.





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