domingo, 21 de diciembre de 2014

El poder del cine

   Tras la cancelación de la película The Interview hace unos días, no he podido resistir la tentación de escribir. Lo que en un principio parece el estreno de una película más, que mezcla humor con tintes políticos, se ha convertido en una noticia mundial después de que la compañía Sony Pictures Entertainment se viera obligada a suspender su estreno por miedo a posibles ataques terroristas (¡y esto sí que parece el argumento de una película!). La historia gira alrededor de dos periodistas a los que la CIA les encarga la misión de matar al líder coreano Kim Jong Un.


   Parece que esto no le hizo gracia al “pequeño dictador", especialmente la escena más polémica, la de su muerte, que se filtró horas después de la cancelación.


   El revuelo ha sido tal que incluso la prensa se ha interesado por el porvenir del videojuego ¡Glorious Leader! donde se parodia a Kim Jong Un (aparece como un héroe armado que cabalga en un unicornio). A pesar de lo acontecido entre los planes de Jeff Miller, su creador, no tiene lugar la paralización del proyecto, de hecho se siente más motivado que nunca para continuar.


   Y es que Obama  no le encuentra sentido a esto, calificándolo como un error: "No podemos tener una sociedad en la que un dictador impone censura aquí en los Estados Unidos". Pero es que ni Obama ni nadie le encuentra el sentido al asunto. Si los presidentes de Estados Unidos hubiesen tenido que censurar las mil y una veces que la Casa Blanca o la Estatua de la Libertad (y todo lo que representan) son destruidas o explotan por los aires, no habría pelis made in USA. ¡Y es que a Hollywood le encanta esto! Encontrando un ejemplo perfecto, en la película Olympus Has Fallen (Objetivo: La Casa Blanca en España), vemos este icono destruido tras un ataque terrorista de un grupo militar nada más y nada menos que NORCOREANO (y no pasa nada, se llama ficción). En fin, parece que al dictador le sobra el sentido del humor y lo ha querido manifestar mediante amenazas y hackers.


   A modo de conclusión, al igual que las películas suponen un recurso didáctico interesantísimo para tratar ciertos contenidos, en este caso la “no película” es otro recurso muy útil para analizar la situación de Corea de Norte, sus antecedentes, sus relaciones con el resto del mundo o la vulneración de la liberad de expresión y demás derechos humanos y relacionar la noticia con otros casos similares, como la censura del cine en época franquista. 



Y es que el poder del séptimo arte es incalculable…


Patricia Delgado Herencia


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