lunes, 29 de diciembre de 2014

El sistema territorial español


El pasado 6 de diciembre tuvo lugar el 36 aniversario de la constitución española. Al socaire de dicha efeméride proliferaron toda una larga ristra de comentarios y declaraciones acerca de nuestra Carta Magna. Los primeros en acudir a la cita concertada fueron los mitómanos, ya sabeis, aquellos que confieren prácticamente un carácter sacrosanto a la constitución, aduciendo que concitó el apoyo social suficiente como para lograr el desarrollo social y económico en un país que arrastraba heridas aún abiertas de un pasado dictatorial. Tampoco faltaron a la cita los que desde posiciones ufanas y antagónicas a los mitómanos señalaban a la constitución como el pozo de todos, o casi todos, los males del país. Fuera de este debate maniqueista se encontraban los federalistas, aquellos que aludiendo al problema en Cataluña, abogan por una reforma federal, es decir, avanzar aún más en la descentralización estatal, para convertir el sistema territorial español en un sistema federal, situándolo así en línea con países vecinos como Alemania o Bélgica. Ésta hipotética reforma, que cada día concita más adeptos, nos servirá de excusa para aplicar una serie de breves pinceladas sobre el actual sistema territorial español. 

España presenta un sistema autonómico en tanto en cuanto se encuentra integrado por 17 regiones o comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas. Esta descentralización se consiguió a través de dos pactos autonómicos. El primero de ellos, en julio de 1981, decretó que las llamadas comunidades históricas, junto con Andalucía, Navarra, Valencia y Canarias podrían alcanzar la autonomía a través del artículo 151 de la constitución española. Las otras 10 restantes alcanzaron su autonomía de forma más lenta, en 1987, en virtud del artículo 143. Estas 10 autonomías presentaban un número de competencias más reducidas por lo que se rebelaron para ampliar su techo competencial. El conflicto se resuelve en 1992 con el segundo gran pacto autonómico, firmado entre el entonces presidente, Felipe González, y el líder del PP, José María Aznar. Se fijó el marco para transferir  32 nuevas competencias, incluida la de Educación, en un intento de igualar a las comunidades de 'vía lenta' con las históricas.



Podría concluir hablando sobre las competencias autonómicas, pero resultaría bastante complicado discernir aquí cuales son las que competen a las comunidades y cuales al estado.  Resulta más cómodo destacar que las autonómicas presentan un cariz más social (como la educación, la sanidad, la vivienda, el transporte o las obras públicas) mientras que el estado se reservó competencias de carácter económico y laboral (hacienda, defensa y fuerzas armadas, legislación laboral, civil)

En síntesis, España presenta un sistema territorial a caballo entre un estado centralizado (como puede ser el francés) y federal (como Alemania) que se reactivó durante la transición, con la finalidad de reconocer y respetar  la etnicidad de los territorios que componen el país, pues aunque a muchos les cueste reconocerlo, o comprenderlo, España no deja de ser una nación de naciones. 

Feliz Navidad. 

Israel. 



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