miércoles, 26 de noviembre de 2014

REBELIÓN EN LA GRANJA

En su novela Rebelión en la Granja, George Orwell presenta una crítica al régimen dictatorial, sea cual sea su signo político. No obstante, la trama de la obra es una alegoría crítica al régimen de Stalin y a la instauración del comunismo en la Unión Soviética. En mi opinión, sería una entretenida lectura para entender este período tan convulso del siglo XX.

Mayor anunciando la Revolución
La obra comienza con una reunión de todos los animales en torno al más venerable de todos los cerdos, Mayor (Lenin, el "ideólogo de la revolución") quien les anuncia el advenimiento de una revolución que acabará con la tiranía del granjero Mr. Jones (zar Nicolás II) que hasta ese momento dominaba la granja (Rusia) con mano de hierro. Tras la muerte del cerdo Mayor, los animales (pueblo ruso) acaudillados por los cerdos (comunistas) -los más inteligentes de entre las bestias- se rebelan y expulsan de la granja al granjero Jones. Una vez libres del yugo que los oprimía, los animales crean sus propias reglas denominadas los "Siete Mandamientos":

  1. Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo
  2. Todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es amigo
  3. Ningún animal usará ropa
  4. Ningún animal dormirá en una cama
  5. Ningún animal beberá alcohol
  6. Ningún animal matará a otro animal
  7. Todos los animales son iguales

Napoleón
En el nuevo orden, la granja pasa a llamarse Granja Animal (Unión Soviética), y se hace más próspera que bajo el mando del señor Jones. Sin embargo, con el paso del tiempo los cerdos, que se han autoerigido como líderes por su inteligencia, empiezan a abusar de su poder y manipulan los mandamientos a su favor. Dos de estos cerdos se destacan como cabecillas, pero pronto surgen divergencias entre ellos: Napoleón (Stalin) no muy listo pero fuerte y de férrea voluntad; y Snowball (Trotsky) de mente lúcida y grandes ideas pero inseguro. Las disputas internas se inclinan a favor de Napoleón, quien se hace con el poder y obliga a Snowball a huir de la granja.


A partir de ese momento, los cerdos van imponiendo un régimen cada vez más autoritario con la ayuda de los perros (NKVD, la policía secreta) y los que se oponen al sistema son silenciados o eliminados. Poco a poco los cerdos adoptan los defectos propios del hombre, los mismos contra los que lucharon en la revolución. A lo largo de la novela, los cerdos efectúan cambios en los Siete Mandamientos de forma que justifiquen sus medidas y actos:

  • Ningún animal dormirá en una cama con sábanas
  • Ningún animal beberá alcohol en exceso
  • Ningún animal matará a otro animal sin motivo
Paulatinamente, los Siete Mandamientos van desapareciendo por orden de Napoleón, y con la complicidad de los demás cerdos. Finalmente, los cerdos modifican también sus conductas, empiezan a usar ropa y aprender a caminar sólo sobre sus patas traseras (modificando para ello el primero de los mandamientos).
...y aprendieron a usar ropa y a caminar
sobre sus patas traseras...

Después de que un ataque llevado a cabo por los humanos amigos del granjero (posible alegoría a la intervención occidental en la Guerra Civil Rusa en apoyo del Ejército Blanco) éstos deciden mantener relaciones amistosas con la Granja. No obstante, los animales -salvo los cerdos- trabajan largas jornadas para conseguir un elevado nivel de productividad, se contentan con raciones minúsculas mientras los cerdos lo acaparan todo y jamás se quejan, viviendo igual o peor que con el granjero. Así las cosas, Napoleón y los cerdos invitan a los humanos a comer en la granja (alegoría del Pacto de No Agresión  germano-soviético entre Hitler y Stalin)  y los animales, sorprendidos, advierten que sus compañeros cerdos han copiado totalmente la conducta y el aspecto de los humanos contra los que una vez lucharon.

La dictadura de los cerdos encabezada por Napoleón se consagra cuando al final de la obra queda sólo un mandamiento convenientemente modificado por ellos:

TODOS LOS ANIMALES SON IGUALES, PERO ALGUNOS ANIMALES SON MÁS IGUALES QUE OTROS

Benjamín Olmedo

1 comentario:

  1. La verdad es que se me podía haber ocurrido a mí porque me gusta mucho ese libro. No solo leí el libro sino que también leí la película. La película tiene un cierto tono anarquista porque nos da a entender que cualquier raza o grupo que gobierne se acabará corrompiendo y será nefasto para el resto de la sociedad. Es quizás la mejor entrada que he visto en todo el curso, aparte de la de Los Juegos del Hambre

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