Camaradas!
En esta entrada quisiera hablar
sobre una costumbre o un espectáculo muy común y tradicional en nuestro país.
Se trata de los “TOROS”. Creo que la temática que voy a tratar le puede
interesar tanto a las personas antitaurinas como a las protaurinas, pero
especialmente va mas bien dirigido a los segundos que a los primeros.
He
decidido, a través de varias pinturas artísticas, hacer ver que la posición
contraria al espectáculo de los toros no es algo que haya surgido
recientemente, desde los setenta hasta nuestros días, sino que tiene una gran
historia detrás. Ha habido intelectuales que han mostrado una posición muy
crítica hacia este tipo de espectáculo.
A
través del arte, se puede conocer la manifestación de ideologías políticas,
religiosas, costumbres o escenas de la vida cotidiana entre otras muchas cosas.
Por eso, he creído conveniente que sería una gran idea que a través de las
pinturas que voy a mostrar a continuación, nos hiciésemos una idea de lo que pensaban de los toros ciertos pintores.
Esta pintura pertenece a José Gutiérrez
Solana. (1886-1945). En este cuadro podemos fijarnos en una serie de detalles
como el toro sangrando, el caballo caído y herido, el torero también se
encuentra herido y moribundo y le tienen que ayudar. Este cuadro representa la
idea que tenía Gutiérrez Solana de la España Negra. Se concibe como una especie
de espectáculo bárbaro.
Este cuadro se
titula Plaza de las Ventas (1907). te cuadro quizás nos muestre mejor que el
anterior la crítica negativa hacia ese tipo de espectáculo. En esta imagen
podemos observar, a la derecha, la presencia de unos campesinos que están
comiendo, bebiendo, y actúan con total indiferencia hacia el espectáculo que se
está produciendo a sus espaldas. José Gutiérrez Solana parece utilizar unos
tonos marrones y negros, en detrimento de colores vivos, por lo cual la
sensación que nos crea es la de gran pesimismo ante la situación que se está
contemplando.
Este cuadro,
titulado El desolladero (1924), nos
muestra claramente y explícitamente, la acción bárbara que todos estos hombres
están cometiendo. Es una representación que también contiene una visión muy
negativa sobre las costumbres que se tienen en nuestro país, especialmente, lo
que hacen con los toros. No contentos, con torturarlos y asesinarles, después
les espera ese fin.
Este cuadro, Corrida de toros en Sepúlveda (1923), es
también una muestra bastante buena para reflejar la crítica hacia este
espectáculo que se esconde detrás de esta pintura. Lo primero que nos puede
llamar más la atención, es que los colores son todavía más apagados que los de Plaza de las ventas. Por supuesto, el
acto que observamos en primer plano, en el centro, está mostrando la barbarie
que se está produciendo. José Gutiérrez Solana fue un pintor muy interesado en
reflexionar sobre todos los aspectos negativos, o al menos para él, que tenía
nuestro país. No solo pintó sobre toros, también pintó sobre otros temas que
para él también resultaron bastante preocupantes
A parte de
José Gutiérrez Solana, también he pensado en otro autor al cual le horrorizaba
la guerra. Se trata de Francisco de Goya (1746-1828). Podemos destacar en sus
grabados y, una serie de obras relacionadas con la Tauromaquia, donde se
muestra una visión horrible hacia ese espectáculo violento. En abril de 2002,
hubo una exposición en el Museo del Prado, donde se nos muestra toda esta serie
de obras en relación con la Tauromaquia. La exposición tenía como título
“Visión crítica de una fiesta”. También se escribió un libro en relación a esta
“El libro de la Tauromaquia”.
A continuación
os muestro algunas imágenes en relación con esta temática, donde se podrá
observar esa visión negativa que se tenía sobre este tipo de espectáculo.
Desgracias acaecidas en el tendido de la Plaza de Madrid, y muerte del
alcalde Torrejón (1816)
Todos estos
grabados forman parte de la serie de las 33 estampas de la tauromaquia, publicadas
en 1816. Bien es verdad que al principio,
predominó una interpretación romántica que
no veía nada crítico en estas pinturas, sino todo lo contrario, una exaltación a
esta fiesta. Pero después se ha descubierto una actitud negativa hacia este tipo
de fiesta como algo bárbaro, irracional. Es una crítica equiparable a la de su otra
serie “Desastres de la guerra”.
Finalmente, quisiera destacar, que
todas estas pinturas, tanto las de José Gutiérrez Solana como las de Francisco de
Goya, también tienen una función estética. Por este motivo he dicho que también
les puede gustar a los protaurinos/as. Espero que os guste a todos.
Christian Rodríguez Mellado
Faltan etiquetas: hablas de dos artistas cuyos nombres deberían ser etiquetados ¿no crees?
ResponderEliminarla cantidad de tonterias que escribe el autor del artículo merece que se le catalogue de inculto, sectario y estúpido. Además de que no ve más allá de lo que no quiere ver y dice el refrán español que no hay más ciego que el que no quiere ver
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