Y hasta aquí llegaron las clases del
máster… después de pasar cuatro meses por aquí, en los que hemos tenido ocho
asignaturas (que alguna se multiplicaba por tres), catorce profesores, y no sé
cuantas aulas y cambios de estas, llegamos a la parte final de las clases teóricas
de nuestro querido máster. Podría dar casi para rodar una película…jeje y
bueno, podemos decir que en general ha tenido su parte buena, sus parte mala, y
por qué no decirlo, su parte caótica… aunque siempre es bueno quedarse con lo
positivo.
Pero vamos a centrarnos en la
asignatura de Agustín, o la asignatura del blog (sí, así la llamaba yo ;), que
al fin y al cabo es la que nos interesa comentar aquí. Lo primero de todo y eso
no lo podemos negar, es que ha sido una asignatura diferente al resto, y esto
ya es mucho. Recuerdo como el primer día Agustín pasaba olímpicamente de
explicarnos que eran los contenidos, las competencias, los objetivos, etc. para
alegría de todos nosotros, y nos intentaba enseñar cómo se subía un documento
al famoso blog. La verdad es que la asignatura se presentaba como novedosa,
algo que se ha mantenido hasta su final. Yo por encima de todo, lo que más me
guardo de la asignatura es el sentido del humor con el que Agustín afronta sus
clases. Y es que en muchas ocasiones la enseñanza tendría que ser más divertida
de lo que lo es, ya que si algo es divertido, te mantiene activo. Y lo digo
porque hay profesores en los que en un año de clase no los he visto reír ni una
sola vez. ¡Y eso con Agustín no pasa! Él sabe sacarle partido a su simpatía de
la mejor forma, que es haciendo un poco más amena la clase. Con solamente esto,
ya ha merecido la pena cursar esta asignatura. Luego está el uso de las Tic,
con el famoso blog. Gracias a su uso, hace entre otras cosas que no sepas ni lo
que vas a ver en clase al día siguiente, ¡ni siquiera él lo sabe! y otra de las
herramientas que no había visto utilizar por ningún profesor es el uso de la
música, principalmente en los exámenes. Son cosas novedosas, que no se utilizan
pero que se les puede sacar mucho partido. Y como no destacar también los
montajes tan chulos que hace, con la música incluida, que los hacen aún más
especiales. Y luego está la salida de campo que hicimos por Ciudad Real. ¡Vaya
que no aprendimos ese día cosas! Nunca me había parado a pensar en las historias
que encierra un cementerio y algunos de los que “viven” allí. O nunca me había
parado a pensar en la forma en la que se organiza un parque, como lo podemos
hacer ahora después de ver el parque japonés de Ciudad Real. ¡Y todo esto en menos
de dos meses!
En definitiva, si que de cada
asignatura de este máster hemos aprendido algo, aunque sea a ver como no
debemos dar una clase, y por eso, como decía más arriba, siempre hay que
quedarse con lo positivo. En algunas cosas estaremos de acuerdo, en otras no,
pero al fin y al cabo como profesores nos formaremos cuando verdaderamente lo
seamos, y vayamos viendo cómo actúan los adolescentes en el día a día.
Un saludo a todos, y ha sido un placer
cursar esta asignatura.
Juan Fco. Serrano Díaz-Roncero
Que Agustín no sabe lo que va a ver en clase al día siguiente... Pero cuanta razón llevas, y ¿sabes lo que te digo? que me encanta esa incertidumbre. Siendo más preciso: sé cómo voy a empezar pero no cómo voy a acabar. No es un buen criterio para un profe novato, pero por más que quieras planificar la clase siempre hay que dejar un hueco a la improvisación. De no ser así la clase es una repetición mecánica de contenidos que rápidamente se olvidan.
ResponderEliminar