En primer lugar, y aunque imagino que a Agustín le interesará más la valoración de sus clases, me gustarí mostrar mi opinión global sobre el máster. No pongo en duda lo bueno que tiene todo aquello que nos han enseñado tanto el módulo común como en el específico. Desde historia de la educación, leyes educativas, la organización de los IES, la psicología del alumnado hasta introducirnos en la forma de hacer una buena programación, me parecen conocimientos indispensables ante la posibilidad de llegar a ser algún día prfesor de secundaria y bachillerato. Sin embargo, considero que la, a mi juicio, excesiva acumulación de trabajos en un espacio tan corto de tiempo hace que realmente uno llegue a preocuparse más por entregarlos que por hacerlos como le gustaría. No es una excusa. Yo sé bien mis carencias, y creo que determinados trabajos hubieran estado igual de mal o regular en caso de haber contado con más tiempo. En cualquier caso, insisto en que lo comprimido que está cada uno de los módulos no permite asimilar todo lo bien que sería desable aquello que se nos enseña.
Centrándome en la asignatura de Agustín, he de decir que me ha generado distintas sensaciones. Por un lado, hacía tiempo que yo no manejaba un power point, nunca había escrito en un blog, ni como autor ni haciendo comenterios, y tampoco tenía idea de como subir documentos a plataformas como slideshere. Lo que en principio me generóa algún quebradero de cabeza, ha terminado ayudándome a tener muy clara la idea de que las nuevas tecnologías si no van acompañadas de buenas ideas no son un herramienta realmente válida en educación. Pueden mantener al alumno más activo en clase, pero considero que también hay que conseguir que aprendan algo. En definitiva, me ha costado mucho menos reengancharme a aquellas nociones de power point que tenía olvidadas o ponerme al día con el blog que tener ideas que pudieran resultar atractivas para el alumno.
Probablemente fui realmente consciente de esta cuestión el día que vimos el fragmento de la película Tiempos Modernos. Ese fragmento era capaz de ilustrar todo un tema, mientras el cortarlo con un programa de edición de video básico resulta menos complicado. Tal vez se trate de buscar aquellas cosas que puedan ayudar a cambiar la forma de impartir las clases y que las nuevas tecnologías no sean más que una herramienta de la que no se puede huir en estos tiempos. En el módulo común leí un texto de Joan Adell titulado Nuevas Tecnologías, ¿nuevas pedagogías?. Aún hoy no he resuelto mis dudas sobre esta cuestión y creo que pasará un tiempo hasta que la resuelva..
Personalmente me quedo con esa idea y es la conclusión más positiva que saco de la asignatura. Hay otras formas de enseñar pero estaban antes de las nuevas tecnologías, si bien es cierto que estas han sido las que han permitido llevar algunas de ellas al aula. Dudo que haya demasiados adolescentes que no sepan manejar a la perfección esas tecnologías pero, repito, se trata de lograr que aprendan algo más relacionado con cada una de las asignaturas y que les sirva para toda la vida.
Un saludo.
Jesús Rodríguez.
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